Nace comité impulsor para

financiamiento de áreas protegidas

Fotografía: FUNDESNAP

“Actualmente el SERNAP requiere cerca a Bs 70 millones al año para mantener lo básico, pero en realidad requiere Bs 160 millones al año para realmente cumplir con un manejo efectivo”

La Paz, marzo de 2024 (Vladimir Ledezma, ANA).- Reconociendo la trascendental importancia que tienen las Áreas Protegidas Nacionales, para la conservación del patrimonio natural y cultural del país y para su desarrollo integral, en todas sus dimensiones: sociales, culturales, económicas y ambientales, importantes entidades firmaron un acuerdo de implementación conjunta en el marco del Plan Estratégico Financiero (PEF) del SERNAP,  y del “Pacto por la Vida”, el Acuerdo de toda la sociedad boliviana e internacional que compromete y hace corresponsables a todos en la búsqueda de la viabilidad, la sostenibilidad y la efectividad de manejo de las  Áreas Protegidas Nacionales.

Este comité impulsará, entre otros mecanismos financieros y no financieros de fortalecimiento, el Proyecto de Financiamiento Permanente (PFP) que es uno de los  mecanismos de movilización de fondos identificado por el PEF y cuyo objetivo es buscar la sostenibilidad financiera a largo plazo de las áreas protegidas bajo un proceso definido y acorde a experiencias a nivel internacional, todo ello basándose en el  “Pacto por la Vida”.

 

Bajo ese objetivo común el comité impulsor del “Pacto por la Vida” está conformado por organizaciones como la Fundación para el Desarrollo del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (FUNDESNAP) principal proponente de la iniciativa y que le brindará asistencia técnica y financiera, la Fundación Noel Kempff Mercado, World Wildlife Found Inc. Bolivia (WWF), Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre (WCS Bolivia por sus siglas en inglés), Conservación Internacional Bolivia, entre otras, en el marco de las gestiones del Sernap.

Canalización de recursos financieros y no financieros vs. gestión básica limitada

Actualmente las áreas protegidas (AP) se encuentran en el marco de una gestión básica limitada, ya que, si bien tienen muchos requerimientos como más personal para fortalecer los cuerpos de protección, medios de transporte, combustible, mantenimiento y equipos adecuados, entre otros, carecen de financiamiento, lo que hace que frecuentemente, los mismos guardaparques deban financiar sus propias operaciones.

“O, el área protegida tenga que estar solicitando apoyo de algunas entidades locales para que puedan de alguna forma financiar alguna reunión o alguna actividad o alguna acción que tengan que hacer”, indicó Sergio Eguino, director ejecutivo de FUNDESNAP.

Para evitar ello es precisa la canalización de recursos de todo tipo, pues al haber el Plan Estratégico Financiero (PEF) calculado el costo de mantenimiento de un área protegida, se ha considerado los montos requeridos para su efectividad de manejo, es decir que las áreas protegidas puedan cumplir plenamente sus funciones con suficiente personal, equipo y recursos para operar. Sin embargo, los aportes que para ello realiza el Estado cubren sólo un 26% de esos recursos, mediante el Tesoro General de la Nación (TGN).

Los demás mecanismos son aportes presupuestarios, programas y proyectos de cooperación internacional; fondos fiduciarios (fideicomiso); el SISCO (Sistema de cobros por ingreso de turistas a las áreas protegidas y algunas compensaciones de proyectos, obras y actividades en dichas AP como el caso de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENDE) que brinda algunos fondos, pero sin salir del nivel de lo básico.

Es precisamente respecto a ello, para lo que el comité impulsor proyecta apoyar en las gestiones necesarias que el mismo Plan Estratégico Financiero plantea, lo que equivale a construir y activar nuevos mecanismos para disponer de recursos y reforzar los mecanismos financieros que ya existen.

Y es precisamente en reforzar los mecanismos ya existentes, tales como el sistema de cobro por ingreso de turistas, que consiste el diversificarlos y mejorarlos en referencia a tipos, servicios y ofertas de turismo, mejorando por ese concepto los ingresos de las AP, así como mejorar en general los ingresos para el país en cuanto a divisas y financiamiento para las comunidades, “porque ustedes saben que el turismo es muy multiplicador, no solo va ir al AP, sino a la señora que hace alimento, al que aloja, al artesano, bueno, o sino al guía turístico, etc.”, graficó el director de FUNDESNAP.

Áreas protegidas garantizan suministro de agua

Sin embargo, hay también otros fondos de compensación que deben activarse en cuanto a que muchas áreas protegidas se constituyen en fuentes que garantizan abastecimiento de agua para grandes ciudades, para la industria, para la producción, para la agricultura, etc. Tales son los casos del Parque Nacional Amboró en Santa Cruz, la Reserva Biológica de la Cordillera de Sama en Tarija, el Parque Nacional Tunari en Cochabamba y por supuesto, el Parque Nacional Cotapata en La Paz, entre otras áreas que proveen de funciones ambientales vitales.

Y es que dichas áreas protegidas carecen de recursos para salvaguardar los insumos vitales que proveen, tal es el caso del PN ANMI Cotapata (Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado), los recursos económicos que se le asignan son precarios y por tal motivo no está en condiciones de garantizar el agua con la que aporta a gran parte de la ciudad de La Paz.

“…y entonces la garantía de que está dando el AP de que haya agua y que las fuentes sigan siendo fuentes de agua…cuesta, y le cuesta por una parte al Estado, pero más del 60% es de financiamiento que no es estatal, entonces eso hay que revertir”, sostuvo Eguino.

 

En ese sentido el responsable de FUNDESNAP detalló que el SERNAP, actualmente, requiere aproximadamente Bs 70 millones anuales para mantener todo lo que es básico, sin embargo, se precisan más de Bs 160 millones anuales para cumplir plenamente con sus funciones en cuanto a las áreas protegidas, lo cual permite comprender que el SERNAP para que realmente garantice la conservación y el uso sustentable, inclusive proyectos productivos, requiere pasar de una gestión básica a una gestión efectiva.

Diversificación de mecanismos financieros

Consecuentemente los referidos recursos deben activarse por mecanismos financieros que pueden ser por turismo, fondos de agua, fondos de compensación, fondos que vengan directamente para programas y proyectos de fondos de fomento a la producción u otros que deben venir vinculados con lo que es la salud y educación ambiental, lo cual equivale a diversificación de fuentes de ingresos. De tal manera todo ello requiere un involucramiento de la sociedad civil y sus organizaciones, un “pacto por la vida” tanto a nivel local, nacional e internacional.

En países como Brasil, Colombia, Ecuador y Costa Rica, entre otros, un mecanismo que está funcionando es el Proyecto de Financiamiento para la Permanencia (PFP), a lo que Plantea el PEF del SERNAP; dicho movimiento que es a nivel internacional, es orientado y apoyado por WWF y otras entidades internacionales.

De tal manera, en Bolivia, el comité impulsor apoyará preferentemente a la activación de ese proyecto que no solo se limitan a las gestiones financieras, sino comprenden niveles políticos tanto ante el gobierno, instituciones internacionales y por supuesto, organizaciones de la sociedad civil, además de vínculos con cooperación y nuevos donantes.

 

“Y esa cooperación es bilateral, multilateral, pública, privada, nacional e internacional, entonces con este comité se logra diversificar las posibilidades y sobre todo también tener de la sociedad civil que es la que siempre garantiza la continuidad de los procesos, que se pueda tener mayor fortaleza en esta proyección y en esta estrategia”, concluyó el ejecutivo de FUNDESNAP.

Generación de recursos para áreas protegidas

Por su parte, Andrés Aramayo, gerente de una institución turística, durante una reciente conferencia de prensa hizo énfasis en la importancia de las áreas protegidas en relación con el turismo, así como la generación de recursos para estos espacios trascendentales para la vida tanto en áreas rurales como urbanas, tanto para la flora como para la fauna, para pueblos indígenas como para la ciencia (La Paz, 15/03/24)

“La generación de recursos por áreas protegidas es importante porque no solo viene desde los viajeros, viene desde la investigación, viene desde el turismo especializado, viene desde la conservación, desde los bonos verdes; entonces es indispensable que nosotros protejamos y cuidemos nuestro patrimonio porque vale más un bosque vivo que un bosque quemado…”

De igual manera, Aramayo destacó el hecho de que las áreas protegidas de Bolivia ocupan aproximadamente el 35% del territorio nacional, ya sean de carácter nacional, departamental, municipal, privadas o comunitarias, de donde rescató la importancia del turismo en las AP.

“Bueno, el turismo en áreas protegidas es importantísimo, Bolivia tiene 35% de su territorio aproximadamente en áreas protegidas, ya sean privadas, ya sean comunitarias, ya sean parques nacionales, esto es indispensable porque la protección y generación de recursos en APs va permitir, valga la redundancia, proteger nuestras áreas protegidas”, observó el operador turístico.

En la misma oportunidad, Melania San Miguel, quien representa a una organización vinculada al turismo comunitario, destacó que las áreas protegidas que hay en Bolivia cuentan con población humana, misma que está relacionada con pueblos indígenas originarios y diferentes emprendimientos comunitarios:

 

“Para complementar hay que resaltar también que, en nuestras AP, la característica es que tienen habitantes y muchos están vinculados con pueblos indígenas originarios y muchos emprendimientos comunitarios son parte de territorios en esas áreas, entonces ahí se percibe que el turismo, o en todo caso se puede hacer un aprovechamiento productivo de las áreas protegidas sin deforestarlas, sin depredarlas…”.